La convocatoria “Arte por Gaza” surge como un espacio de encuentro y solidaridad, donde el arte se convierte en una voz colectiva frente al dolor y la injusticia. Crear en tiempos de violencia es un acto profundamente humano: es recordar que la sensibilidad, la memoria y la esperanza no pueden ser borradas.

Reunir obras de distintas disciplinas significa tender puentes entre artistas y comunidades, demostrar que el arte trasciende fronteras y que la empatía puede viajar en cada palabra, imagen o movimiento.

Así como diversas flotillas internacionales han partido rumbo a Gaza en un esfuerzo por llevar ayuda y esperanza, esta convocatoria busca acompañar ese gesto desde el lenguaje del arte. Cada obra enviada es un barco simbólico que navega hacia la resistencia y la dignidad.

El impacto de esta iniciativa no se mide solo en la cantidad de obras recibidas, sino en la capacidad de inspirar conciencia, generar diálogo y sostener la humanidad de quienes resisten. El arte, como las flotillas, abre caminos de solidaridad que atraviesan fronteras.